El Salvador es el país más pequeño de Centroamérica, aunque posee una población de 7 millones de habitantes. Además, es el país con mayor densidad de población de todo el continente de América. Es un país montañoso con dos cadenas de montañas que se extienden en paralelo de este a oeste, con una meseta central entre ellas. El Océano Pacífico es el límite suroeste del país. Al estar ubicado en el "Anillo de fuego", una cadena de volcanes activos e inactivos, El Salvador es propenso a sufrir catástrofes naturales como terremotos, erupciones volcánicas y huracanes.
Desde 1980 hasta 1992 El Salvador fue desolado por la guerra civil, conocida como "La guerra de los Doce Años". La guerra concluyó en 1992, cuando la ONU negoció un acuerdo de paz. Trágicamente, poco después de haber comenzado a recuperarse, El Salvador sufrió una serie de catástrofes naturales en forma de huracanes y terremotos, y millones de habitantes quedaron sin hogar. Así como gran parte de Latinoamérica, El Salvador padece la injusta repartición de las riquezas, por lo que muchos barrios y ciudades no cuentan con los servicios básicos de agua y sanidad.