Un compañero del trabajo en Manizales no dejaba de hablar de un juego donde había que evitar minas para ganar. Pensé que era otra moda pasajera, pero me dio curiosidad y lo busqué. En medio de mi navegación descubrí el juego de apuestas minas y decidí probar. Lo diferente es que no se trata de apretar botones sin pensar, sino de calcular y decidir. Empecé con poco, pero luego de unas sesiones, logré ganar más de lo que esperaba.